FORMACIÓN del docente GUÍA desde la PEDAGOGÍA IGNACIANA

La práctica docente se compone de un conjunto de factores que van desde la formación del educador hasta las características propias de la Institución donde se ejerza la docencia, tomando en consideración el contexto socio-cultural y las particularidades de sus estudiantes.

En cuanto al espacio o ámbito laboral es necesario mencionar que éste incluye todos los aspectos que pueden afectar de alguna manera las actividades que se efectúan dentro de la Institución. Desde la visión, misión y valores institucionales hasta los espacios físicos y la estructura organizativa de los recursos humanos con los que se cuentan.

De este modo, el espacio laboral en donde se lleva a cabo el proceso de formación ignaciana de los docentes, pertenece a una Institución educativa de carácter privado y confesional Católica, afiliada a la Asociación Venezolana de Educación Católica (AVEC), y que forma parte de una red mundial de colegios que pertenecen a la Compañía de Jesús, por lo que es miembro de la Asociación de Colegios de la Compañía de Jesús (ACSI), red de 4  colegios de Venezuela e integrante de la Federación Latinoamericana de Colegios de la misma Compañía (FLACSI).

En este mismo orden de ideas, el Colegio como Institución de la Compañía de Jesús comparte un objetivo en común con todos los demás colegios Jesuitas y se expresa en el Art. 4. Del Manual de Acuerdos de Convivencia escolar y Comunitaria: “El objetivo general de las instituciones educativas de la Compañía de Jesús es contribuir en la formación integral de hombres y mujeres nuevos en su doble dimensión: individual y social, dentro del proceso responsable de la educación liberadora, para que desarrollen, sus valores humanos y puedan hacer una opción por Cristo, que los comprometa en el servicio privilegiado a los pobres y en la lucha por la superación de las estructuras de injusticia, creando así una sociedad nueva donde se integren la cultura y la vida con la fe cristiana”.

Así pues, los procesos educativos de los colegios de la Compañía de Jesús, se rigen por la Pedagogía Ignaciana o el Paradigma Pedagógico Ignaciano, basados en la espiritualidad de Ignacio de Loyola y la metodología utilizada en sus Ejercicios Espirituales. Todo esto conlleva a que se busque promover la Espiritualidad y Visión Ignaciana en todos los ámbitos del quehacer educativo de nuestro colegio.

Así mismo, vemos la Pedagogía Ignaciana como respuesta para ayudar a los estudiantes a reflexionar sobre sus propias vivencias y a construir significados nuevos y más complejos, desde la Visión Ignaciana. De hecho, el aprendizaje debe conducir a un cambio en el significado de las propias experiencias. Sólo así podrá lograr un aprendizaje significativo. El aporte jesuítico es darle a ese aprendizaje la perspectiva y el estilo Ignaciano.

Algunas de las ventajas de la aplicación de la Pedagogía Ignaciana en el aula son:

• La Pedagogía Ignaciana ubica al joven en la realidad.
• Antes de iniciar un contenido se busca que conozcan todo lo relacionado sobre el mismo.
• Trata de que los estudiantes aprendan a través de experiencias significativas, que toquen los sentimientos, las emociones.
• Que lo que se aprenda se ponga en práctica.
• Está impregnada de valores.
• Se reflexiona.
• Se asumen compromisos.
• El aprendizaje es más personal.
• Hace que el estudiante sea activo y crítico.
• Construye el estudiante su propio aprendizaje.
• Fomenta el trabajo en equipo y la ayuda entre los compañeros. 

En la educación, la formación integral de los estudiantes es una de las principales meta que deseamos alcanzar, en este caso la situación de interés que despierta la atención y la necesidad de activar la investigación para buscar mejorar un hecho, está precisamente relacionada con esa búsqueda de la integralidad de la formación, siendo el docente guía una clave fundamental en tal proceso; por lo cual, sería necesario entonces hablar también de una formación integral dirigida hacia estos. Para los colegios de la compañía de Jesús tal integralidad necesariamente debe estar relacionada con el fomento de los valores Ignacianos y su espiritualidad.

Es así como, la formación inspirada en los valores del Evangelio y la Espiritualidad Ignaciana de los estudiantes del Colegio recae directamente en los hombros de los docentes que les imparten las diferentes cátedras, pero muy especialmente en los docentes guías en su rol orientador, que son los que, de manera más directa y cercana, podrían lograr mantener y fortalecer  la Identidad Ignaciana.

Así pues, es indispensable pensar en fortalecer la identidad Ignaciana y la mejor manera es a través de un proceso de formación sistemática enfocado en la Pedagogía Ignaciana, especialmente de los Docentes Guías, ya que el refuerzo de la identidad en los docentes, redunda en la formación de estudiantes “Valientes, llenos de fe y de ilusión”.

En definitiva se observa entonces la necesidad de sistematizar una formación para los docentes Guías que les permitan aplicar la Pedagogía Ignaciana en los diferentes procesos disciplinarios y académicos, modelando a los estudiantes los valores que les permita ser hombres y mujeres Conscientes, Competentes, Compasivos y Comprometidos, que la sociedad actual requiere.