EDUCAR es ENSEÑAR a AMAR [LA PEDAGOGÍA DEL AMOR Y LA TERNURA]

¿Qué es la pedagogía del amor? 

collage de colores en forma de palmas de manos


La pedagogía del amor o de la ternura es aquella que postula al amor como principio esencial para una educación efectiva y de calidad

La efectividad en educación requiere de afectividad más que de cualquier otra cosa y es imposible lograr la calidad educativa sin la calidez de un educador amigo que crea en sus estudiantes y les ayude a crecer, a superarse y a ser mejores personas.


Es muy difícil crear un clima propicio para el aprendizaje sin relaciones cordiales y afectuosas entre maestros y estudiantes.


El aprendizaje autónomo requiere, entre otras cosas, de una atmósfera propicia donde proliferen la sensibilidad, el respeto mutuo y la motivación.


La pedagogía del amor también lo es de la paciencia y la esperanza

La educación es un proceso que no siempre da resultados a corto o mediano plazo. De ahí la necesaria fe en las posibilidades de superación de cada estudiante y el respeto a sus ritmos y modos de aprendizaje.


Enseñar implica fe, paciencia, esperanza para rebatir el desanimo, la cultura del pesimismo y la resignación y continuar creando y dando nuevas oportunidades.


La pedagogía del amor no coloca etiquetas ni descalifica; no da paso a la venganza o el rencor 


El amor promueve el perdón, anima y motiva; conserva la esperanza. El maestro que ama cree en sus alumnos, los acepta y valora tal y como son; celebra y se alegra con cada uno de sus éxitos y siempre está presto a servirles y guiarles para que se desarrollen y crezcan –integralmente- tanto como les sea posible.


Es por eso que el educador debe primero amarse y amar lo que hace

El docente a de amar su profesión y la materia que enseña y entender que educar es mucho más que impartir clase de alguna materia.


Educar es, en palabras de Pérez A. (2009), continuar la obra creadora de Dios de modo que cada persona sea guiada a alcanzar su plenitud.


El educador que ama lo que enseña transmite ese amor a sus alumnos y les contagia con su pasión por aprender

Es un maestro que siempre está indagando, estudiando, en permanente formación. Comunicando a sus estudiantes su hambre de aprender cosas nuevas cada día.


La pedagogía del amor también lo es de la alegría y el asombro

La alegría es un valor fundamental en la vida; esta afirma la existencia, despierta la motivación y los deseos de aprender de cada alumno. Por eso el educador debe ser el personaje más entusiasta y gozoso del aula.


Si el maestro está alegre su clase será una aventura, pero si esta aburrido y amargado, será la más fastidiosa del mundo.


Un educador alegre aparta sus problemas y preocupaciones al momento de entrar en contacto con sus alumnos, se mantiene optimista ante la vida, se muestra cercano y siempre con una sonrisa a flor de labios.


La alegría es el signo que siempre acompaña cualquier tarea creadora, es por ello que al alumno ha de tratársele siempre con alegría.


Resumen y adaptación: Licdo. Daniel Gutiérrez Sulbarán

Fuente:

Pérez. A. (2009) La pedagogía del amor: enseñando para cambiar vidas.

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