- El alumnado que presenta altas capacidades
intelectuales es considerado por Ley Orgánica 2/2006 como alumnado con
necesidad específica de apoyo educativo.
- Los centros del Programa Despierta cuentan con
programas especializados para trabajar el talento.
Según especifica el propio Ministerio de
Educación, Cultura y Deporte, “La atención integral a este alumnado se iniciará
desde el mismo momento en que dicha necesidad sea identificada y se regirá por
los principios de normalización e inclusión”.
Sin embargo, no hay que quedarse solo en ese
comienzo ya que la realidad muestra cómo este tipo de alumnos no tiene una
respuesta educativa fuera del colegio si no es a través de programas
especializados como el Programa Despierta.
Las cifras de la Organización Mundial de la
Salud (OMS) apuntan a que el 2,3% de la población mundial posee altas
capacidades, con lo que es un colectivo al que hay que tener en cuenta y
atender específicamente durante los principales años de formación.
Cada año son cientos los niños que son
detectados dentro de sus centros escolares como poseedores de las que se han
venido a denominar Altas Capacidades, sin embargo, más del 30% de ellos tienen
un tienen un bajo rendimiento escolar por falta de motivación.
Un niño con Altas Capacidades va mucho más allá
de simplemente tener una inteligencia superior a la media. Tiene también que
ver con su creatividad, la aptitud y los modelos cognitivos que desarrollan en
la resolución de los problemas que se les presentan día a día.
Luisa Rus, psicóloga especializada en Altas Capacidades, es la propietaria de la franquicia del Programa Despierta en la localidad madrileña de Boadilla del Monte, el primer centro especializado en el enriquecimiento extracurricular de niños desde segundo ciclo de infantil y que buscan potenciar y trabajar el talento a través del enfoque de aulas que no superan los 8 alumnos.
Entre las metas de este proyecto está trabajar
la inteligencia de los pequeños, pero también las habilidades sociales y la
inteligencia emocional que les permitan tener aún mejores herramientas para su
desarrollo normalizado. Todo ello desde la necesaria motivación que responda y
apoye también a las familias y a los centros educativos, básicos en la
detección e intervención de este tipo de alumnado.