Hoy al acercarse la fecha mi pensamiento se echó a volar!
Se aproxima la conmemoración de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 en la que se evidenciaron una serie de aspectos que hasta ese momento se creían que estaban cubiertos, como las medidas de seguridad en los aeropuertos, las acciones que eran capaces de emprender las personas cuando les anima y motiva la irracionalidad, la intolerancia y los fundamentalismos religiosos.
Ese día, pudimos observar como centenares y centenares de seres cayeron víctimas del odio generado por una guerra en la que ha privado el irrespeto por la vida, la exclusión y el exterminio del contrario, a costa de vidas inocentes.
Muchas son las historias que han salido a la luz pública de otro grupo de personas que ofrecieron sus oficios para rescatar a quienes se diluyeron entre derrumbes, escombros y una enorme nube de humo y partículas diversas, que eclipsaron y grabaron en las mentes de quienes pudimos observar lo que estaba sucediendo.
Cuanta gente fue sorprendida por un destino que les arrebató la vida, los sueños, la familia y amigos. Humanidades que ese día se levantaron temprano y acudieron al llamado de sus responsabilidades en el World Trade Center y el Pentágono. Para otros, el fin de su vida terrenal quedó impactada en el vuelo de gigantes de acero con los objetivos previstos por mentes criminales.
La muerte y la destrucción se propagó hacia otras latitudes en una guerra entre terroristas, pues no se puede matar en nombre de la paz y esta es una lección que ha costado aprender. Como también ha sido infructuoso poner por sobre todas las cosas el respeto y consideración a los DD.HH, mediante la práctica del diálogo, la escucha y el establecimiento de acuerdos.
La construcción de la ciudadanía se gesta en cada espacio de interacción con la gente, la naturaleza, los animales, los recursos y el ambiente y en esto la escuela y sus docentes, tienen mucho que aportar, en el desarrollo y consolidación de un mundo mas justo y humano desde la inclusión y la solidaridad esperanzadora.
El ataque a las Torres Gemelas me sorprendió esa mañana en mi escuela. Recuerdo que ese día la directora, una mujer trabajadora y luchadora incansable, me había invitado a trabajar en la revisión y redacción del Proyecto Educativo de Centro, nombre que se le daba en aquellos tiempos a la acción educativa desde la transformación y el trabajo colectivo y participativo que desde el Movimiento de Educación Popular Fe y Alegría se impulsa.
Transcurridas un poco más de las 10 horas de la mañana, la Administradora de ese entonces me informa desde la oficina contigua que tenía una llamada de mi esposa, pedí permiso a mi directora y fui a atender la llamada, con una voz algo asustada mi señora me comunicaba lo que estaba sucediendo y presentaban en la televisión. No podía creer lo que estaba pasando! Seguidamente paramos el trabajo y me fui hasta mi casa.
Luego de tan lamentables sucesos fueron muchas las estrategias y actividades que desarrollé junto a mis alumnos en función de trabajar valores como la Paz, el Respeto, el Diálogo y la Tolerancia desde diversos Proyectos de Aprendizaje tanto en la E.B. Gral. Rafael Urdaneta Fe y Alegría como en la U.E. Colegio Javier.
Autor: Jesús Reyes
